lunes, 20 de septiembre de 2010

Nuevamente el sueño huyo.................

Sueños, pasión, desvelo...........Luna, Mar, tu......

Son las 4: am y de nuevo gané al alba, 
dos horas de sueño no son suficientes para reparar el cuerpo y el alma heridas, 
nuevamente el sueño huyo de mi, dejando esta cama vacía de ti. 

Afuera llueve tintinea intermitente sobre mi ventana 
así como intermitentes aun suenan tus palabras en mis oídos, 
lacerando mis setidos, esfumando todo indicio de esperanza 
el mañana no existe es quimera que ahoga mi sueño.... 
Y sin embargo ella en tu recuerdo es tan real que aun siento su presencia, 
en cada palabra tuya, en cada verso, en cada melodía, 
esparcida por la habitación, me arrincona, me asfixia..... 

¿En que momento se torno el sueño en pesadilla? 
en que instante rompió el frágil puente que el alma unía? 
No es posible coexistir en dos tiempos con dos amores 
uno siempre asfixia y desplaza el otro, no por fuerte ni profundo, 
sino por que a la distancia se idealiza........... 
un recuerdo tuyo mato al sueño mio...........al nuestro... 

Hace apenas unas horas dormía en tu regazo viviendo el sueño... 
¿Más cuanto tiempo ahora? Me pregunto, hay 2 formas de tomar 
la escencia y el aroma de una flor con delicadeza 
y cuidado sin espinas acercandolo a ti sin dañarla 
y la otra estrujando entre tus manos su bellesa , 
robando-le la vida mientras extraes con rudeza su perfume 
dejándola tan deshojada y herida que aun con sus espinas 
la rosa muere dejando tras de si su aroma pero también su aucencia 
queda seca marchita, no sirve mas para la vista y deleite de otros 
solo seca hasta volverse polvo, nada, olvido.... 

Hoy te he visto taciturno, lejano, hubicado en un tiempo diferente 
de un pasado donde no existo, hablabas de ella con tanta pasión 
en minutos la admosfera de toda la habitación se torno de azul 
casi neón te escuchaba mientra observaba 
como te alejaste y te sumergías en la añoranza. 

Su luz fue opacando lentamente la mía hasta que a penas 
parecia una pekeña vela sobre el piano 
que no cesaba de entonar la misma melodia 
una y otra vez mientras yo te perdia en su recuerdo. 

Las teclas del piano bajo tus dedos un tango, mi dolor 
mientras te escuchaba y la veia en tus ojos refledada 
y en mi silencio la melodia largamente repetida 
como la lluvia sobre mi ventana. 


Nuevamente huyo el sueño............... 

Todos los derechos reservados 
Marbeth Canedo 









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